El comienzo de una nueva época de la humanidad: la era espacial

Naves espaciales colosales serán el preludio de nuestros primeros viajes interestelares.

Somos unos auténticos afortunados ya que estamos siendo testigos de los albores de una nueva era asombrosa: la era espacial. Nos encontramos oteando el horizonte cósmico, al igual que ocurrió hace millones de años cuando nuestros antecesores dejaron atrás por primera vez el océano y empezábamos a reconocer un mundo totalmente inexplorado; o lo mismo que aconteció cuando Cristóbal Colón descubrió América en el año 1492, cuando todo un continente apareció ante nuestros ojos.

El siglo XX será sin duda un siglo que se recordará para siempre, donde la ciencia ha demostrado lo que es capaz de realizar si se le otorga la importancia que merece. Grandes telescopios nos revelaron un mundo todavía mucho más grande, más grande de lo que jamás nos podamos imaginar, donde las distancias son realmente incomprensibles, de magnitudes siderales; un mundo donde lo impensable tiene cabida y donde la realidad supera a la ficción; un mundo hostil, lleno de peligros, donde nos encontramos inútiles como un bebé cuando comienza a dar sus primeros pasos.

Representación artística de un agujero negro devorando a una estrella, una realidad que supera nuestra comprensión.

La carrera espacial llevó al hombre por primera vez en su historia a la Luna. En esos años dejamos atrás tímidamente nuestro planeta Tierra y nos adentramos en la orilla de un océano cósmico inmenso. Éste es, por tanto, el comienzo de muchas más aventuras espaciales. ¿Qué sorprendentes historias nos aguardarán ahí fuera?

Las generaciones venideras se asombrarán con orgullo de nuestros primeros pasos en el espacio, con una tecnología que se les asemejará primitiva como es una lanza para nosotros. Si el ser humano ha realizado un salto tecnológico increíble en unas cuantas décadas, un salto inconcebible para nosotros mismos hace unos años, ¿qué seremos capaces de realizar dentro de varios siglos? Cualquier idea por muy descabellada que parezca en un principio puede convertirse perfectamente en realidad con el paso del tiempo, pues tenemos pruebas fehacientes a nuestro alrededor para verificarlo.

En el futuro, el espacio cobrará mayor importancia puesto que será más accesible económicamente; será tan asequible que un viaje espacial tripulado será pura rutina como, por ejemplo, un viaje en avión en nuestros tiempos. En consecuencia, exploraremos los límites del sistema solar y nos asentaremos en distintas localizaciones, expandiendo la civilización humana más allá de nuestros límites para, en último término, viajar hacia las estrellas, donde mundos increíbles esperan a ser descubiertos y, tal vez, civilizaciones impresionantes con historias inverosímiles.

Representación artística de colonias humanas en Marte, hito que puede lograrse de aquí a unas décadas.

Y recuerda, todos nosotros hemos constituido las primeras generaciones que han asentado las bases para el comienzo de esta nueva era. No obstante, hay que recalcar que para que finalmente realicemos este paso gigantesco, primero debemos ocuparnos de los incontables problemas que azotan nuestra sociedad a día de hoy. Ni mucho menos la humanidad se encuentra preparada para tal salto.

Cuando aprendamos a tolerarnos los unos a los otros y a cooperar en lugar de competir, nos percataremos de que la Tierra es un único organismo, momento en el que estaremos listos para una nueva época donde regresaremos a las estrellas, las fábricas de la vida, de los ladrillos que componen a todo ser vivo.