viernes, 8 de noviembre de 2013

La historia del universo en un calendario cósmico

El otro día, leyendo el libro "Los dragones del Edén" de Carl Sagan, encontré una curiosa y perfecta analogía para fechar los acontecimientos más importantes del universo. Como hablar del universo supone retroceder miles de millones de años, periodos de tiempo que somos incapaces de abordar mentalmente, qué mejor manera de entenderlo que contraer todo este intervalo de tiempo en un año, a modo de calendario cósmico.

La idea que se plasma es la siguiente: partimos de un calendario que comienza el 1 de enero con el Big Bang, y el momento actual coincide con la medianoche del 31 de diciembre; en definitiva, este calendario abarca en un año imaginario los 13.800 millones de años que han transcurrido desde que nació el universo.

Así pues, y realizando simples reglas de tres, se han fechado en los distintos días de los doce meses del calendario los eventos más importante como fueron la formación del sistema solar o la aparición de los primeros seres humanos sobre la faz de la Tierra entre otros.

Como el calendario es bastante amplio, en la siguiente imagen se ha resumido en gran medida su contenido para ilustrar lo más destacado:


Sin duda, si se mira detenidamente esa imagen y se razona lo visto, las conclusiones son sorprendentes. El sistema solar y, por tanto, el planeta Tierra se empezaron a formar a finales del mes de agosto; es decir, prácticamente nos estamos adentrando en los últimos meses del calendario donde ya hemos recorrido casi tres cuartas partes de la edad del universo. "Rápidamente", en septiembre surgió la vida en la Tierra, pero no fue hasta el mes de noviembre cuando aparecieron los organismos con más de una célula dotados de mayor complejidad.

Posteriormente, y ya entrando en los últimos días del calendario, las primeras plantas aparecieron el 18 de diciembre y los dinosaurios, que nos dan la sensación de que poblaron el planeta Tierra hace muchísimos años, aparecieron hace tan solo unos días, el 24 de diciembre, extinguiéndose hace un par de días, el 29 de diciembre.

Pero lo más sorprendente viene a continuación: los primeros humanos anatómicamente modernos aparecieron cerca de las 10 de la noche de la víspera de Año Nuevo; minutos posteriores, se inventó la escritura lo que supuso el comienzo de la historia de la humanidad, en las últimas 2 horas del calendario.

Repito de nuevo lo dicho porque aquí radica toda la importancia de la intención de esta entrada: toda nuestra historia, con la aparición de las grandes civilizaciones como fueron los griegos o los romanos, con toda la sucesión de guerras contadas durante siglos y los distintos acontecimientos importantes que pasaron a los anales de la historia de la humanidad, ocurrieron en las últimas 2 horas, en una mísera fracción de tiempo.

La profunda interpretación de estas conclusiones inclina forzosamente a la humildad. Somos unos recién llegados al universo y a nuestras espaldas se extiende un fantástico panorama temporal que se pierde en un pasado remotísimo del que apenas sabemos nada; básicamente porque no existen testimonios escritos, además de que resulta muy difícil hacerse una idea de la inmensidad de estos periodos. No existe mayor demostración de la estupidez de la presunción humana que las deducciones abstraídas de este calendario cósmico de Carl Sagan.

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